Aprovechando la navidad y el año nuevo y todas las celebraciones propias de los días venideros, un servidor y esposa huyen de la urbe para disfrutar de selvas, playas y ruinas.
El Lodazal seguirá en pie de guerra, atento a lo que le rodea.
Recordad que lo malo sigue estando ahí fuera aunque durante estas fechas todo el mundo se impregne con un falso aroma de felicidad, confraternización y buen rollo.
Participad de las fiestas desde la cordura, que no os arrastren las costumbres ni el consumismo. Cenamos y comemos todos los días del año, y eso nos hace ser privilegiados en el mundo en el que vivimos, con eso debería bastarnos.
Así que escapad, de las costumbres, del consumismo, de la familia, de los lugares, de las tradiciones, de la conciencia... y escapaos hacia lugares mejores, donde pensar sea algo valioso y actuar sea una consecuencia libre.
Bueno chico,
ResponderEliminarPues que disfruteis mucho tu y tu senyora esposa de la escapada... Alberto y yo estamos amarrados a nuestro apartamento en Amman, pero por un motivo muy bonito: Emma :)... pero claro, amarrados :)
Te he escrito comentarios en casi todos las entradas, pero con las prisas (aprovecho que Emma duerme en un estado de semi-vigilia) se me olvido confirmar con la palabrita dichosa, de manera que algunos no han salido... solo para decirte que mi madre y yo acabamos de echarnos unas risas estupendas gracias a tus textos y te lo agradecemos (en particular La Verdad y el de los Superpoderes :)
Pues eso, a seguir escribiendo!
Un abrazo fuerte desde Amman,