LA PREGUNTA

Cualquier persona puede hacérsela en algún momento de su vida, incluso llevarla más allá y actuar de acuerdo a su respuesta. Pero, tenemos los datos necesarios para hacernos esa pregunta? Qué nos lleva a formularla? Tal vez el peso de nuestra propia conciencia.

Vamos con los datos:

Cogemos una asociación de cooperación o de ayuda al desarrollo como por ejemplo la tan famosa aquí Fundación Vicente Ferrer. Examinamos su historial, miramos que hacen, como lo hacen, en que parte del país se desarrolla su actividad, cuantos años llevan haciéndolo, que tipo y cuanta gente trabaja con ellos, de donde provienen sus fondos o recursos…

Si queréis este tipo de información sobre esta fundación ir al link:

http://www.fundacionvicenteferrer.org/es/

Ahí encontraréis las respuestas a todas esas preguntas y más. Así ya tenéis algunos datos. Vamos a por más:

El Gobierno de India organiza desde el 3 hasta el 13 de Octubre de este año 2010 en Delhi los Juegos de la Commonwealth. Un orgullo para el país y muchos de sus paisanos y sin duda un enorme gasto para afrontar. La página oficial del Gobierno y de la organización de los juegos da estas cifras:

http://yas.nic.in/commonwealth/financial.pdf

Ya tenemos más datos. Suficientes para pensar y preguntarnos porque no se destina ese dinero en otro tipo de gasto tal como infraestructuras, bienestar social o simplemente agua, comida y medicamentos. Vaya, lo básico. Lo que están haciendo otros por ellos.

¿Es lícito que haya millones de personas donando dinero para asociaciones, fundaciones y ongs para ocuparse del cuidado de las personas a las que su propio país ignora? ¿Es tan grande el orgullo de enseñar al mundo lo grandes que son a cambio de seguir dejando a su pueblo morir? Si el resto del planeta sigue donando dinero que se destina a mejorar la vida de sus ciudadanos, ¿en algún momento ese país se preocupara de ellos o dejará que lo hagan los demás?

La pregunta.

¿Quieres donar dinero?

INSECTOS

Por donde quiera que vaya hay insectos. No importa si estás sentado o de pie, parado o andando. Dentro o fuera. Cerca o lejos. Siempre están ahí. Los hay de todos los tipos.

Grandes, pequeños, medianos. Voladores o caminantes, arrastrados o estáticos. Con cabezas grandes o pequeñas. Con cuatro, seis u ocho patas. Con alas y sin ellas. Con trompa, con aguijón, con tenazas. De ojos saltones o microscópicos. Molestos o imperceptibles. Ruidosos, silenciosos o zumbadores. Con colores vivos o apagados. Con camuflajes excepcionales. Peludos o con caparazón. Con antenas, sin ellas.

A menudo se les ignora, incluso a veces se dice que son beneficiosos para algo. Con uno solo nos basta para tratar de apartarlos de nuestro camino con la excusa de que son molestos o simplemente no nos gustan. Y cuando hay un exceso de ellos se les considera una plaga y un peligro y se les extermina.

Puede que con un simple manotazo o con una acción de algún spray parezca que el problema está resuelto, pero no es así. Siempre vuelven. Si no es hoy será mañana. O tal vez la temporada que viene. Pero volverán. Siempre lo hacen.

Como los miles de seres humanos que viven por las calles de Delhi y que se les está expulsando a otras zonas de un manotazo para que no molesten ni empañen la visión que el mundo tiene que tener de esta gran nación que quiere demostrar ser capaz de formar parte importante en el desarrollo del planeta. Aunque solo sea durante el curso de los juegos olímpicos de la Commonwealth que comienzan el día 3 de Octubre. No vaya a ser que, tal vez, por estos molestos insectos les juzguen de diferente manera.

COMO EN CASA

Así me siento a veces, como en casa. Pero durante las fiestas de San Fermín…

Me imagino a mí mismo sentado en esa murallita de piedra que da entrada a los baños de la Taconera. Veo el bullicio del ir y venir de las gentes, esa masa humana que deambula a veces sin sentido, y por supuesto sin orden, arrastrando consigo sus perfumes de sudor y exhalando bocanadas de alientos que convierten la atmósfera en vapor proveniente del mismísimo Infierno de Dante. Siento ese olor acre y hasta macerado que todo lo rodea de esa peculiar mezcla de desechos humanos que forman millones de orines y excrementos bañados en el cóctel de alcohol más variado del planeta. La basura agolpada en montones contra las esquinas esperando al eficaz servicio de limpieza sanferminero añade otra textura y su propia nota de color al conjunto. Ese aroma acompaña al individuo donde quiera que va por la ciudad. Y ese olor de las cocinas de esos camiones que montan restaurantes-barracas donde poder degustar (por llamarlo de algún modo), los pollos asados de antes de ayer y la paella de ni se sabe cuando. Un sabroso aroma a recocinado, a aceite un millón de veces filtrado y reutilizado, a churros añejos, a alimentos que conocieron días más frescos y a sudor de cocineros que confunden el hecho de lavarse las manos con un peregrinaje anual.

Se queda agarrado tan dentro del olfato que allí permanece por siempre jamás. Haced la prueba: cerrad los ojos, imaginad que el tacto del pañuelico rojo sudado os rodea el cuello, tratad de recordar esas canciones que suenan en la verbena de Antoniutti durante horas… el recuerdo del olor llegará en breve. Con toda su fuerza y sin pedir permiso entrará en vosotros tanto que parecerá real y no solo un recuerdo.

Bienvenidos a Delhi!!!

MI PRIMER MUERTO

Ayer volvíamos pasada la medianoche en un motocarro hacia casa tras una copiosa cena carnívora por esas calles tan típicas de por aquí. Me refiero a esas en las que montones de cuerpos se alinean o incluso amontonan en los bordes de aceras y carreteras, envueltos en mantas,harapos o a pecho descubierto. Esa imagen es normal,pero lo que ocurre es que yo el término normal no lo puedo aplicar a ciertas cosas. Si eso es algo de lo que nuestros ojos tienen que acostumbrarse y nuestras conciencias olvidarse...lo siento pero no.
Volviendo al tema. De vuelta a casa,cientos,miles,ni se sabe de seres humanos de esta manera y de repente un vehículo parado que parece una ambulancia,pero no lo es. Alguien abre la puerta de detrás del conductor y entre cuatro personas comienzan a meter dentro el cadáver de una persona adulta envuelto en una tela. El sabor de la cerveza que acababa de tomar me volvió a la boca con un amargor como nunca había sentido,la cena de mi estómago comenzó a protestar,todo ello fue un acto inmediato de mi conciencia que se revolvió como cuando se le pisa a un gato la cola. Y a eso tenemos que acostumbrarnos?a que una vida humana se vaya y a nadie le importe?
Lo siento pero NO. La magia y el misticismo de la India me la paso por el forro de los cojones. Aquí muere gente cada día,a todas horas,seres humanos que nunca han tenido nada,ni siquiera compañia en el último suspiro.Ah no,perdón,que estaba rodeado de los suyos,un montón de deshechos humanos que como él están a punto de morir también en cada momento,en cada esquina.

DOS SEMANAS

Dos semanas de tiempo han pasado ya y ....tantas impresiones con el mismo fondo y los mismos sentimientos se agolpan dentro de mi mente.
Cuando la gente habla de India (La India,como si de algo enorme se tratara y sin tener en cuenta el tamaño),hablan de espíritus que evocan misticismo y espiritualidad,hablan de aromas y perfumes,hablan de mestizaje y variedad,hablan de oportunidades y posibilidades. No sé,yo debo de ser diferente a los demás.
Poco a poco iré desgranando estas sensaciones a lo largo de mis experiencias aquí. Os invito a seguirlas,comentarlas o criticarlas,vosotros vereis.
Namaste!!