martes, 30 de noviembre de 2010

RECORDANDO A LAS MADRES

En todas las culturas y/o sociedades del planeta, independientemente de la religión o credo y desde que la Humanidad existe como tal, se recuerda a las madres. Ellas dan la vida, aseguran la continuidad de la especie y salvaguardan el milagroso fenómeno del embarazo y la lactancia.

Las hay animales, como las vacas en la religión hindú, planetarias como la madre Tierra para los verdes y humanas como todas las nuestras (o al menos eso espero).Hay días en los que recordarlas, fiestas en su honor y celebraciones por todo lo alto; no es para menos.

Las veneramos en sus cumpleaños (aunque también creo que deberíamos hacerlo en los nuestros, ya que ellas fueron las que hicieron todo el trabajo duro), en días consagrados por derecho, en momentos de flaqueza, en temporada de cosecha, en tiempo de cría, e incluso en momentos de asombro y sorpresa.

Es bonito y de recibo acordarse de las madres. Les debemos tanto y les demostramos tan pocas veces todo lo que las queremos. Solo sería actitud propia de un desalmado no acordarse, con al menos una pequeña mota de cariño, de su madre una vez en la vida no?

Yo aquí en Delhi pienso todos los días en una madre. La del señor que inventó el claxon.

martes, 23 de noviembre de 2010

SUPERPODERES

En India la gente tiene superpoderes. Si, no es una broma. Me ha costado tiempo darme cuenta plena de ello. Empecé notando pequeños detalles en los actos más banales y rutinarios de la vida de los ciudadanos indios, y poco a poco fui analizando las actitudes y vida de unos pocos individuos hasta llegar a conclusiones que mas tarde he confirmado.

No penséis en ese tipo de superpoderes que los cómics y el cine nos suelen mostrar. No se tratan de tipos en calzoncillos volando con capas, ni forzudos luchando contra bandidos ni esbeltas señoritas enfundadas en lycras ajustadísimas. No, son gente normal. La mayoría de ellos casi ni se dan cuenta de lo que sucede, ni de cómo se comportan debido a esas aptitudes especiales.

Sus superpoderes en realidad son más como una evolución de los sentidos propios del ser humano, pero en cierto modo están aumentados al máximo nivel y adaptados al medio en el que viven.

Trataré de explicarlo lo más claro posible y yendo por partes:

-Vista- los indios disponen de una vista mejorada que les lleva a ver en una dimensión más. Es una especie de scanner con rayos-X que modifica el espectro normal de reflexión de la luz y amplía su campo de visión. Combinado con el oído forma un complejo sistema de guía parecido a un radar pero preciso como un procesador informático. Esto les hace percibir en microsegundos todo lo que les rodea y adelantarse a situaciones de riesgo. Se aplica básicamente al tráfico, donde son capaces de preveer donde se va a colocar otro vehículo siendo capaces de avisar con el claxon al espacio vacío (para nosotros claro) y de zigzaguear entre el tráfico en armonía con los demás conductores.

-Oído- el oído es una máquina perfecta de filtrar frecuencias que les permite escuchar con precisión todo aquello importante y desechar lo contrario. Un indio puede oír el claxon de otro vehículo o el tintineo de unas monedas a kilómetros y tú puedes estar gritándole en el oído y te ignorará por completo. Sus oídos son capaces de cambiar de un idioma a otro fácilmente, así comprenden lo que desean solamente cuando quieren.

Ya he dicho que combinado con la vista es un sistema de guía perfecto.

-Tacto- los indios poseen un tacto individual bastante pobre, pero la manera de potenciarlo es uniéndose unos a otros. En cualquier lugar atestado veréis que para que un indio sienta algo por medio del tacto debe combinarse al menos con otro individuo. De este modo bien juntos y casi siempre muy apretados son capaces de percibir esas sensaciones. Esto nos lleva a determinar uno de los miedos más común y extendido de los ciudadanos indios, el pánico a los espacios vacíos. Un indio solamente se relaja cuando se encuentra en medio de una multitud entre empujones. Es un punto débil.

-Gusto- el paladar indio…vaya podría escribir millones de folios sobre este sentido.

Básicamente se compone de una especie de colador que arrastra la comida por un lado del tracto digestivo y un tamiz donde se separan todas las especias, currys y plantas aromatizantes que las envía directamente al sistema motriz del cuerpo actuando así de carburante. Lo que a cualquier ser humano destroza, a ellos les da la energía vital. No importa el tipo de alimento ni la cantidad que tomen de el, lo importante es la condimentación. Cuanto más especiado más energía en el cuerpo.

-Olfato- el sentido más desarrollado es el olfato, aunque no lo creamos. Son capaces de ignorar el hedor más absoluto conviviendo con y en el y sin embargo tienen la facilidad de detectar un perfume ínfimo entre miles de pestilencias simultáneamente.

Es otro de sus puntos débiles, puesto que les desagrada sobremanera. Será por miedo al colonia-lismo…

Estos son los superpoderes de los indios. Voy a seguir estudiándolos, tal vez este sea el secreto de la evolución del ser humano.

lunes, 8 de noviembre de 2010

SEGUN SE MIRE

Todo en esta vida depende segun se mire o del cristal por el que vemos las cosas. Puedes ser listo como un zorro y tener la memoria de un elefante. Puedes ser gracil como un pajaro y rapido como un leopardo. O puedes ser lento como una tortuga mientras ella te deja atras con elegancia y solemnidad. Como he dicho todo depende segun se mire. O del medio en el que estes.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

VOLVER

No es una película de Almodóvar, pero podría serlo. Mujeres de mirada perdida, ataviadas con rocambolescas vestiduras, de frenopática actitud, con rencor en sus miradas, hombres machistas con tendencias homosexuales, antiguas costumbres y arcaicas ceremonias religiosas, barrios comunes con calles incomprensibles, taxistas desmadrados y pendencieros, una sociedad viviendo el presente, soñando con el futuro pero atados al pasado, una ciudad que bulle por sí misma y por los demás, olor a café entrecomillado, ruido enervante y luces brillantes 24 horas, dromedarios fichados como camellos, caminantes suicidas y conductores adheridos al claxon, comida rápida y barata, mercados de saldo y timo, tiendas con todo y nada, gatos elegantes que usan tenedor...contenedor, refugiados fugados, árboles torcidos sin nidos, polvo viviente y arenas movedizas, asistentas machacadas y señoritas extranjeras, plantaciones de bolsas negras y setos de vasos de plástico, carreteras torcidas con rectitud hacia nada y hacia donde quieras, souvenir típico de cualquier parte y de ninguna, humo de doble manzana, carne pinchada en un palo, perros durmiendo en el arcén, ruinas que te arruinan, paseos imaginarios, constelaciones silenciosas y hogueras beduinas, fútbol parabólico, agentes relajados y agentes relajantes, pan ácimo y té inglés, banderas en lo alto y críticas por lo bajo, bautizos históricos, bodas reales y un mar que nació muerto, piedras desordenadas, tesoros hundidos y barcos flotantes, vecinos molestos, vecinos muy molestos, deuvedés piratas y cassettes distorsionadas...

Volver. Volver a casa. Jordania, mi casa, mi hogar. Con lo bueno en su justa medida y lo malo en la que venga, sin rencores. Me acoge con suavidad, con un catarro de bienvenida, aclimatación lo llaman.
Todo parece nuevo pero no lo es. Reconozco cada lugar, cada recuerdo, cada momento, cada estímulo tiene una etiqueta en mi memoria, aunque sea de pez.
Como un niño con zapatos nuevos que se dice, así me siento. Contento, ilusionado, emocionado con la vuelta a casa. Aunque tenga fecha de caducidad y el avión me esté esperando aparcado en doble fila, lo voy a disfrutar. Como la primera vez, como siempre. Urdun al qalbi, Jordania en mi corazón.